Las habitaciones de los love hotels a menudo son temáticas e incorporan grandes colecciones pornográficas, utensilios sexuales o sadomasoquistas, ambientes románticos, manga, modernos, vagones de tren, jaulas o incluso diseños infantiles.
Los love hotels no son nada nuevo. En el periodo Edo, entre 1603 y 1868, ya existían estos establecimientos en los alrededores de Tokio y Kioto. Eran similares a los salones de té o chaya con accesos discretos para sus usuarios y entre sus fines estaba la práctica de la prostitución y los encuentros entre amantes. Se dice que el nombre de love hotel podría tener su orígen en la década de los 70 gracias a un negocio de Osaka cuyo nombre, Hotel Love, se mostraba en el tejado del edificio en un anuncio giratorio.
Al igual que en todos los hoteles y moteles destinados a encuentros sexuales, la privacidad suele ser una de sus máximas. La interacción con los trabajadores del hotel es prácticamente nula, pudiendo elegir la habitación desde un panel y sin necesidad de mostrar identificaciones. Actualmente se pueden encontrar love hotels en las afueras de grandes ciudades como Tokio. El precio de la habitación ronda los 60 € de media, pudiéndola alquilar por horas o toda la noche.
La fotógrafa Misty Keasler ha retratado varias de estas habitaciones con curiosos escenarios sexuales en la serie de fotografías llamada "Love Hotels: The Hidden Fantasy Rooms of Japan" o "Habitaciones de fantasías ocultas de Japón",