Las reflexiones de Woody Allen (y sus personajes)

Posiblemente todas las películas de Woody Allen inciten a la reflexión. El cómico, director, escritor y actor, muestra sus obsesiones, las del personaje que interpreta, dudas e inseguridades, su relación con las mujeres, con el psicoanálisis y la depresión, con la vida.

De adolescente fue guionista de programas y escritor y a partir de 1961 se dedicó a la comedia. Durante los primeros años de su carrera como cómico realizaba monólogos en la televisión británica; buscando encontramos El alce donde comienza confesando "¡Yo maté un alce, una vez!" .

A continuación en este post escenas de películas de Woody Allen que podemos identificar fácilmente en la vida y, lo mejor de todo, que nos hacen reír o nos causan tranquilidad (aunque resulte paradójico debido a la excitación nerviosa que sufren sus personajes).


En la siguiente escena que titulan Reflexión sobre el sentido de la vida, y que pertenece a la película Hannah y sus hermanas, Woody Allen piensa en el suicidio mientras se apunta con un rifle contra la frente. Durante el transcurso de la situación reflexiona sobre la religión, sobre la existencia o no de un dios e intenta ordenar sus pensamientos en búsqueda de "la perspectiva racional".

Los vídeos que se muestran aquí también se pueden ver en esta lista de reproducción.

En Annie Hall, película ganadora de 4 premios Óscar en el año 1977, Woody Allen muestra su visión pesimista de la vida (más abajo en otro vídeo está la optimista).

El guionista y director interpreta al protagonista Alvy y Diane Keaton es Annie Hall, dos personas neuróticas que están empezando a salir. En el siguiente corte él reconoce estar obsesionado con la muerte y divide la vida en dos categorías: lo horrible y lo miserable.

La obsesión por el sexo es otra de las que demuestra tener el protagonista en Annie Hall y así comienza esta magnífica escena en la que rompe la cuarta pared para dirigirse al espectador. En ese mismo momento otro personaje hace lo mismo y entran en una discusión fuera de la acción pero relacionada con ella. El debate finalmente se zanja del modo más utópico.

En el siguiente vídeo Alvy reflexiona sobre sus relaciones con las mujeres (y con Annie) y utiliza los chistes para definir la vida en un monólogo cargado de ironía y filosofía.

El éxito del personaje de Woody Allen está formado por un conjunto de claves, como el guión y la interpretación, junto con su peculiar voz y su atropellada forma de hablar (característica que comparte con el actor español que le dobla Joan Pera).

Antes conocimos su visión pesimista de la vida y ahora, en el vídeo que se muestra a continuación de la película Manhattan, la faceta optimista. Realizando una grabación, mientras está tumbado en el sofá, se plantea lo que él define como "una buena pregunta": ¿Por qué vale la pena vivir? Y la respuesta es la belleza de las cosas.

Basada en su obra de teatro previa, en la película Sueños de un seductor Woody Allen interpreta a Allan Felix quien sufre apariciones en las que Humphrey Bogart le da consejos para ligar con mujeres.

El protagonista cinéfilo y depresivo al que interpreta el director debe afrontar además su propio divorcio. Con un guión de lo más sincero, las mujeres, la depresión y el suicidio nunca se escapan de sus pensamientos.

La filosofía se mantiene presente en sus guiones."Soy demasiado lógico y el mundo no es lógico", si nuestro cerebro tuviese que escoger una frase probablemente sería ésta. En esta escena Woody Allen habla sobre el asesinato, el complejo de culpabilidad, los remordimientos... Y en un intento de aplicarse la Mayéutika a sí mismo se pregunta: "¿Qué diría Sócrates?"

Una pareja rompe en el siguiente corte de la película Bananas. Sin pretender disimular la incomprensión que siente, él sólo puede formular preguntas y tiene una certeza: la ama y puede ser lo que ella quiera que sea. La ansiedad y la insistencia convierten la conversación en un trabalenguas de dar y recibir.

Para el espectador, los personajes son en general transparentes en cuanto a emociones y sentimientos. En este corte de Annie Hall ella encuentra una araña en el baño, les tiene pánico. Él la define como una araña imponente. La escena merece la pena por el repentino y evidente cambio de humor de Alvy cuando le atacan los celos y posteriormente de Annie cuando libera las tensiones que sufría por la misma razón.

El cine de comedia de Woody Allen deja abiertos debates trascendentales que pueden abarcar muchos aspectos de la vida, pero también escenas tan originales como una representación del coito protagonizado por los espermatozoides en plena faena (tras haber realizado un curso de preparación) de la película Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar.

Todos los vídeos de esta entrada se pueden ver en la lista de reproducción de Youtube.


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