miércoles, 24 de febrero de 2021

El fracaso del sistema es evidente

Hoy el sistema está en evidencia. O el fracaso del sistema es evidente, da igual cómo se reconozca.

En los acontecimientos más recientes ya no sorprenden las numerosas agresiones por parte de la Policía Nacional, algunas muy graves como los disparos con munición real a un chico en Jaén que pudieron acabar con su vida o la bala que dejó sin un ojo a una mujer durante las manifestaciones de Barcelona en apoyo al cantante Pablo Hasel y a la libertad de expresión

En el primer caso ocurrió durante las protestas de una comunidad contra su policía después de que dos de los agentes dieran una brutal paliza a un hombre acompañado por su hija menor de edad, quien también recibió golpes y amenazas. Cabe destacar que estos agentes no estaban de servicio ni tuvieron motivación objetiva alguna para perpetrar tal salvajada de actos sin pudor, en plena calle y con gran cantidad de testigos. Y menos mal que fue así y pudieron pararlos.

Quedarán pendientes necesarias explicaciones sobre la agresividad de ciertos individuos jamás identificados y que tampoco parecen estar de servicio en estas y otras movilizaciones, así como el empleo por parte de la Policía de tácticas de bloqueo y acorralamiento de ciudadanos que muestran un comportamiento totalmente pacífico para después iniciar una grave represión precisamente cuando se reclama libertad para decir lo que se piensa y una justicia basada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos


Todos los enlaces llevan a vídeos en redesvídeos y más vídeos como ejemplos de la brutalidad que al menos ha podido quedar registrada. Tal violencia desproporcionada por parte de los cuerpos policiales y fuerzas de seguridad como Policía Nacional y Mossos d'Esquadra y sus antidisturbios, evidencia que han tomado el papel de comenzar y finalizar los disturbios. A su manera, no se trata de provocar sino de alterar el orden a base de empujones, porrazos y disparos si así lo convienen. Y de sembrar miedo, para que no te manifiestes más

En otro escenario político podríamos imaginar una manifestación por la libertad de expresión en España siendo presidente del Gobierno un candidato con una ideología contraria a este derecho. Para que no te manifiestes más. Nos lo podíamos imaginar.


Hoy el sistema está en evidencia. El fracaso del sistema es evidente. Curiosamente con un gobierno de izquierdas la libertad de expresión está en cuestión tanto para artistas como para la sociedad en general. La Ley Mordaza está vigente, una ley que el Gobierno actual se comprometió a derogar; un Gobierno que defiende las libertades y los derechos pero que lleva a juicio delitos de opinión y encarcela a raperos.  

Es evidente que ni Pablo Hasel ni Valtonic deberían haber cometido delito alguno cantando sus propias letras. Tampoco debiera ser legal la persecución en Turquía de la banda Grup Yorum, igualmente por motivos políticos, que provocó la huelga de hambre y la muerte de la cantante Helin Bolek a los 28 años de edad. Pero Turquía no es España, no.


Pero no solo esto es evidente. El sistema está en evidencia por cada uno de los aspectos absurdos que conforman tal incoherencia de argumentos y pensamientos defendidos y ejecutados día a día. 

Algunas personas que trabajan en nuestras fuerzas armadas (espero que no muchas) quieren asesinarnos. No solo lo desean sino que lo reconocen. No se refieren a aniquilar al grupo minoritario de turno al que probablemente no perteneces, no, se refieren a matar a la mitad de la población española. Podría equivaler a matar a todas las mujeres, todos los republicanos, todos los de izquierdas, todos los hombres...

La periodista Olga Rodríguez lo analiza con preocupación en Cuando los franquistas son los demócratas y el Gobierno legítimo el golpista"Están pasando cosas muy graves pero no saltan las alarmas, porque la falta de cultura democrática y de derechos humanos impide que se conozcan bien los precedentes. Un país que no sabe de su pasado está condenado a repetir errores".




Pepe Mujica da en el clavo al referirse a Trump, expresidente de Estados Unidos, en esta entrevista"Si en un país tan importante como EEUU eligen un personaje como este, ¡mamma mía!, lo que está cuestionada es la propia metodología de la democracia representativa". ¿No es evidente? Tan evidente como que quien realmente manda no son los políticos que elegimos sino las personas que hay detrás de los poderes económicos. Los más ricos. Es la economía, es el poder, amigo.

Una subida de impuestos a las personas que más dinero tienen es justo y necesario, se llama redistribución y, además, está incluido en la Constitución Española. Es tan evidente que incluso algunos ricos lo reconocen. No son los mismos de antes, no creo.

Sin embargo gran parte de la sociedad, de cualquier clase social, no tiene ni conciencia ni respeto por los Derechos Humanos. Es muy posible que sí reclame que la cena ha llegado tarde y fría en el restaurante o que sencillamente el producto recibido por correo no es de su gusto, el mercado y el consumo sí requieren de estos aprendizajes. 

Pero no reconocemos que las viviendas vacías deberían ser ocupadas por personas que no tienen ninguna. Tampoco cuidamos a las personas mayores. Ni a las nuestras ni a otras. Esta pandemia así lo ha demostrado, ha ocurrido ante nuestros ojos y, si no se exige justicia y proporcionadas condenas, lo hemos permitido. La familia ha llegado a ser en muchos hogares una más de las cosas que "tengo que hacer", según vaya marcando el mercado y, en sintonía, la sociedad. 

Ya advertía Adrian Trapiello en este artículo publicado en ctxt a finales de 2019: "Estamos asistiendo al total desmantelamiento del pensamiento crítico, la originalidad creativa y las revoluciones ideológicas". Trapiello describe más evidencias en Rosalía o el insoportable triunfo del neoliberalismo"Rosalía es la artista invitada a una cumbre contra el cambio climático a la que los asistentes acuden en yate y avión privado. O, lo que viene a ser lo mismo, la personificación de la absurdidad en la que nos hemos dejado convertir".

Hemos tenido que legislar para multar a las empresas que despiden a sus trabajadores los fines de semana para ahorrarse la cotización (despiden los viernes para volver a contratar el lunes). Ocurre mayoritariamente en sectores como educación, sanidad o construcción. Sí, en educación.

Podríamos enumerar tantos movimientos absurdos que describirían totalmente la vida de hoy, pero no se trata de ello sino de poner la atención en cada uno de ellos, en la corrupción, en el machismo enraizado en la sociedad, en la desconfianza en el periodismo, en las injusticias que perjudican a nuestra sociedad, en la necesidad de pensamiento crítico a todas horas y la actualización del modelo educativo, en el cambio climático y una nueva forma de organización. En un nuevo sistema.




1 comentario:

  1. Las personas de Clase media son los verderos esclavos que estudian y se hacen esclavos de los bien pobres que reciben ayuda social y los Ricos dueños de compañías poderosas la clase media trabajadora somos los oprimidos jamón del Sándwich.

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